Sí, ya sé que esta película probablemente no le dirá nada a muchas personas, pero yo hacía un montón que no la veía, desde los años 90, y ayer que la volvieron a echar en la televisión, la vi de cabo a rabo y lo cierto es que no recordaba todo lo que podía llegar a significar para mi. Será porque trata de una mujer de mi edad que tiene sus conflictos a la hora de mantener relaciones, en la que además aparece una de mis piezas favoritas de Debussy, Claro de luna.
Es una película de 1991, estrenada en España el 31 de enero de 1992, dirigida por Garry Marshall, protagonizada por Michelle Pfeiffer, Al Pacino, Hector Elizondo y Nathan Lane, entre otros.
Trata de una historia de amor entre una camarera, Frankie (Michelle Pfeiffer), y un cocinero, Johnny (Al Pacino), recién salido de prisión, que cree en las coincidencias y que su encuentro con Frankie es algo más que una coincidencia.
Es una película con la que, en un montón de momentos, me siento identificada de una forma que asusta, excepto en algunos detalles, parece que fue escrita para mi, sabiendo lo que sería de mi vida, por eso me sorprendió tanto cuando la vi de nuevo, porque cuando la vi por primera vez, me gustó pero no me sorprendió, no capté lo que quería decir. Pero vista desde la edad y vivencias adecuadas, encajan todas las piezas.
A pesar de que Michelle Pfeiffer hace un buen trabajo, no nos engañemos, no es la mejor actriz de todos los tiempos, y es que Al Pacino se come la pantalla, demostrando que, aunque tanto la película, como su papel, como el argumento de la película no pueden amedrentar a un actor de su categoría.
Así con todo, fue Michelle Pfeiffer quien fue nominada al Globo de Oro a la mejor actriz.
Deseo que os guste y, si no es esta película, que encontréis vuestra película, esa que os haga pensar y sentir más normales, esa que os haga creer que está escrita para vosotros.
El trailer no tiene muy buena calidad, pero has de quedarte con la esencia, y la esencia es que no puedes dejar de creer en el amor.
Trata de una historia de amor entre una camarera, Frankie (Michelle Pfeiffer), y un cocinero, Johnny (Al Pacino), recién salido de prisión, que cree en las coincidencias y que su encuentro con Frankie es algo más que una coincidencia.
Es una película con la que, en un montón de momentos, me siento identificada de una forma que asusta, excepto en algunos detalles, parece que fue escrita para mi, sabiendo lo que sería de mi vida, por eso me sorprendió tanto cuando la vi de nuevo, porque cuando la vi por primera vez, me gustó pero no me sorprendió, no capté lo que quería decir. Pero vista desde la edad y vivencias adecuadas, encajan todas las piezas.
A pesar de que Michelle Pfeiffer hace un buen trabajo, no nos engañemos, no es la mejor actriz de todos los tiempos, y es que Al Pacino se come la pantalla, demostrando que, aunque tanto la película, como su papel, como el argumento de la película no pueden amedrentar a un actor de su categoría.
Así con todo, fue Michelle Pfeiffer quien fue nominada al Globo de Oro a la mejor actriz.
Deseo que os guste y, si no es esta película, que encontréis vuestra película, esa que os haga pensar y sentir más normales, esa que os haga creer que está escrita para vosotros.
El trailer no tiene muy buena calidad, pero has de quedarte con la esencia, y la esencia es que no puedes dejar de creer en el amor.
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